lunes, septiembre 20, 2010

Gaticos



El boceto de este dibujo comenzó esta mañana mientras curraba. Y es que tener un boli, una agenda y muchas horas por delante para hablar con gente extraña hacen de unos garabatos una estupenda cosa sin sentido jejeje. Madre mía, es que trazo una línea y esto es un no parar (aiiii si la gente viese mi agenda jejeje). Hoy le ha tocado el turno a los gaticos y, en homenaje a mi bisabuelo, a un reloj de trece horas. Sí, trece y no doce horas se atrevió el máquina a pintar en un óleo para el salón principal de unos "señoritos" de mi pueblo. Demasiado alcohol pensaron unos, creatividad creyeron los más modernos, estupidez dijeron sus hijos... el caso es que aún sigue colgado en su lugar tras sobrevivir a un incendio. Ahora ¿quién cree que el 13 trae mala suerte?